Y llamó a Giezi, y dijo: Llama a esta sunamita. Así que la llamó. Y cuando ella entró a él, le dijo: Toma a tu hijo.

Ver. 36. Toma a tu hijo. ] Ahora dos hijos en uno, y nunca tan querido para ti, me atrevería a decir, como ahora. Dios sabe encomendarnos sus favores y hacerlos doblemente bienvenidos.

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