Sé tus obras, que no eres ni frío ni caliente: quisiera que fueras frío o caliente.

Ver. 15. Que no seas frío ] Tales son nuestros justicieros civiles, profesores políticos, cristianos pasivos y neutros; un día hermoso no los repara, y un día malo no los empareja; perentorio para nunca ser más preciso; Resolvió mantenerse en el lado cálido del seto, dormir en un pellejo entero, no sufrir nada, no hacer nada que pueda interferir con sus esperanzas o perjudicar sus preferencias.

Ojalá fueras ] Es mejor ser un celoso papista que un protestante tibio. Un celoso papista (dice uno) se atreve a decirnos en la cabeza que nuestra religión es el error, nosotros mismos los herejes, nuestra destrucción final; que un cielo no puede retenernos en el más allá, una iglesia ahora; que nuestra condenación está tan claramente asentada en nuestras propias Biblias, que no hay más necesidad de asegurarnos de ello que abrir los ojos y leerla; que si no somos condenados, él será condenado por nosotros, etc.

Esto es mejor que la imprudencia desesperada en la religión correcta, y esa indiferencia detestable arriba especificada. (Campian, Apocalipsis 10 ; Bristow, Mot.36; Coster ad Osiand.)

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