Y todo lo que hacéis, lo que de buena gana, como para el Señor y no para los hombres;

Ver. 23. Háganlo de corazón, como al Señor ] Esto es hacer de la necesidad una virtud, mientras que al servir a los hombres servimos al Señor Cristo, ocupándonos de nuestros negocios terrenales con mentes celestiales, no solo con una intención habitual, sino con una intención real, tanto como sea posible, de glorificar a Dios en todos.

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