Y fueron altivos, y cometieron abominación delante de mí; por tanto, los quité como vi [el bien].

Ver. 50. Y eran altivos. ] Este pecado de ellos es una vez más ejemplificado como la raíz del resto, el odio del cielo y la puerta al infierno.

Y cometió abominación delante de mí. ] Esa inmundicia antinatural que toma su nombre de ellos. Esto en el Levante no es un vicio, y en México es una de las virtudes españolas.

Por tanto, los quité como vi bien, ] sc., Haciendo llover el infierno del cielo sobre ellos. De esta manera Dios también les dio a los hombres un ejemplo de esa regla, que los pecados atroces traen plagas espantosas, como también dice Heródoto sobre la caída de Troya.

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