Había también otra gran águila con grandes alas y muchas plumas; y he aquí, esta vid dobló sus raíces hacia él, y lanzó sus ramas hacia él, para que él la regase por los surcos de su plantación.

Ver. 7. También había otra gran águila, ] sc., Faraón, otro poderoso monarca; por qué se llama águila, ver Ezequiel 17:3 . Ezequiel 17:3 .

Y he aquí, esta vid dobló sus raíces hacia él. ] Que fue la peor aventura para ella que jamás haya hecho. El diablo del descontento la puso en este infeliz proyecto, por el cual, en lugar de enmendarse, pronto lo estropeó todo; tan cierto es el de Salomón: "Mejor es la sabiduría que las armas de guerra, pero un pecador destruye mucho bien". Ec. 9:18 Sedequías poco pensó haber sido rey alguna vez; Nabucodonosor lo hizo así, cuando bien podría haberlo rechazado por las rebeliones de sus dos predecesores.

También había tratado con nobleza con él, aunque era su vasallo, y lo habría defendido contra cualquier poder adverso, etc., de modo que no tenía ninguna razón para rebelarse, sino que estaba encaprichado y embrutecido por la ambición y la avaricia, que Plutarco fina y adecuadamente llama νοσηματα συμφυτα ταις δυναστειαις, enfermedades naturales de los potentados.

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