Que vuestra conversación sea únicamente como conviene al evangelio de Cristo: para que, ya sea que vaya a veros o esté ausente, pueda oír hablar de vuestros asuntos, para que permanezcáis firmes en un solo espíritu, con una sola mente luchando juntos por la fe de Dios. el Evangelio;

Ver. 27. Solo deja tu conversación ] qd Si quieres que Dios te escuche y me libere, prepárate para recibir tal misericordia. La fuente de la gracia divina no será cargada de manos sucias, Salmo 66:17 . Los labios del leproso deben cubrirse, según la ley.

Deje que su conversación ] πολιτευεσθε, su conversación civil, su comercio común y sus interrelaciones con los hombres también. Hipócrates hizo un juramento a sus seguidores de mantener intacta su profesión y sus vidas sin culpa. a Cuando nuestra vida es contraria a nuestra profesión, es una calumnia al evangelio; y puede decirse de nosotros, como dijo un humilde paisano a un señor que elogiaba a los españoles por su devoción y sus muchas veces bendiciones y santurrones: Sin duda, dijo, son hombres santos; cruza por fuera y el diablo por dentro.

Luchando juntos por la fe ] Como profesaban hacer los barones de Polonia, comenzando a leer el Evangelio y sacando sus espadas a mitad de camino, en testimonio de que se mantendrían firmes en la defensa de esa verdad a la muy muerte. (965 d. C., Jo. Funccius.) Ayude a la verdad en la necesidad, luche con ella y por ella. Diga de ello, como lo hizo con el escudo que le dio a su hijo cuando iba a la batalla, η ταν η επι ταν (Plutarco), O traes esto de vuelta, o serás devuelto a él.

O, como fue la resolución del Príncipe Negro en la batalla, vencer o perecer. La serpiente, dicen, si está tan rodeada que por necesidad debe pasar por una de ellas, se aventurará antes en el fuego o en las llamas que en la sombra de un álamo. El ratón de Armenia prefiere morir antes que ser contaminado con inmundicias; de tal modo que, como si su agujero estuviera manchado de tierra, preferirá que la lleven a que la contaminen.

Decidamos vivir con la fe del evangelio o morir por él. Los atenienses obligaron a sus ciudadanos por juramento a luchar por la defensa de su religión tanto solos como con éteres, αμυνω δε και υπερ ιερων και υπερ οσιων και μονος και μετα πολλων.

a αγεως και οσιως τον βιον και την τιχνης εμην

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