Y Abram dijo al rey de Sodoma: He levantado mi mano al SEÑOR, Dios Altísimo, poseedor del cielo y de la tierra,

Ver. 22. He levantado mi mano. ] Un gesto de juramento. Dan 12: 7 Ap 10: 5-6 Ni lo hace precipitadamente, sino primero por muy buena razón, para que con este juramento, como con un pabellón, se valla a sí mismo contra todos los deseos codiciosos del botín; en segundo lugar, para demostrar que remitió seriamente lo que era su derecho y no fue a la guerra por un salario; en tercer lugar, profesar su fe y religión en oposición a sus vanidades supersticiosas, etc.

El poseedor del cielo y la tierra. ] El verdadero y legítimo propietario, cuyos inquilinos a gusto somos todos, como bien observa Filón en este texto. Y aquí noten cómo Melquisedec y Abram coinciden en los mismos términos de profesar su fe, "Dios Altísimo, poseedor del cielo y de la tierra". A lo cual Abram añade "Jehová", por cuyo nombre Melquisedec tal vez no conocía a Dios todavía; como Apolos ignoraba muchas verdades necesarias, hasta que Aquila y Priscila lo instruyeron mejor. Hechos 18:26

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