Ahora pues, Faraón mire a un hombre prudente y sabio, y póngalo sobre la tierra de Egipto.

Ver. 33. Ahora pues, que Faraón, etc. ] Este fue un buen consejo, y resultó mejor para el consejero. Los judíos lo acusaron injuriosamente de ambicioso egoísmo: así hicieron a Noé, como se señaló anteriormente, con dureza de corazón e indiferencia hacia el viejo mundo. Estos hicieron lo peor de las cosas, y así condenaron a la generación de los hijos de Dios. ¡Cuánto mejor hubiera sido seguir esa regla de oro de Epicteto! Tomen a cada hombre por ese nombre por el que mejor se le considere; a como Virgilio tratado por Ennio, Cipriano por Tertuliano, Jerónimo por Orígenes, Agustín por Tichonius. Si una acción tuviera cien caras distintas, siempre deberíamos mirar a la más bella; y sacar lo mejor de todo. Lo que José hizo aquí, sin duda lo hizo por dirección divina. B

a Ea quemque ansa prehendamus qua commode teneri queat. - Epictet.

b Fran. de Sales, cap. 28.

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