Y cuando la sangre de tu mártir Esteban fue derramada, yo también estaba presente y consintiendo su muerte, y guardé las ropas de los que lo mataron.

Ver. 20. Cuando la sangre de tu mártir ] Un honor no otorgado a ningún ángel en el cielo, dijo el Padre Latimer. Dios perdone mi falta de agradecimiento, dijo Bradford, por esto, que debo morir como mártir, que Cristo será magnificado en mi cuerpo mortal, ya sea por la vida o por la muerte. ¡Esteban, el protomártir de Cristo! ¡Antipas, mi fiel mártir! ¡Qué gran estilo es este! Ignacio profesó que preferiría ser un mártir que un monarca.

Llamó a sus lazos sus perlas espirituales, y triunfó en su viaje a Roma para sufrir, para pensar que su sangre debería hallarse entre los valientes, como Abel, Esteban, Antipas, etc. a

a τα δεσμα απεριφερω τους πνευματικους μαργαριτας. Ep. ad Ephes.

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