Y cuando subieron del agua, el Espíritu del Señor arrebató a Felipe, y el eunuco no lo vio más; y siguió su camino gozoso.

Ver. 39. Continuó su camino gozoso ] Bernardo, durante cierto tiempo después de su conversión, quedó, por así decirlo, privado de sus sentidos, por los excesivos consuelos que tenía de Dios. Cipriano le confiesa a Donato, su amigo, que antes de su conversión pensaba que le era imposible cambiar sus modales y encontrar el consuelo en la vida cristiana. Comienza así: Accipe quod sentitur antequam discitur. Agustín dice lo mismo de sí mismo (Confes. Vi. 12.)

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