Por bronce traeré oro, y por hierro traeré plata, y por madera bronce, y por piedras hierro; haré paz a tus oficiales, y justicia a tus exactores.

Ver. 17. Para el bronce traeré oro, ] es decir, embelleceré mi Iglesia con dones de mi Espíritu mucho más grandes que ahora. La Nueva Jerusalén (que significa, dicen algunos, el estado de la Iglesia en este mundo), cuando será refinada al máximo, es toda de oro, y estos tiempos dorados aún están por venir.

Tus exactores. ] O, supervisores; tus obispos, dice la Septuaginta.

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