Comentario completo de John Trapp
Job 29:14
Me vestí de justicia, y ella me vistió: mi juicio [fue] como un manto y una diadema.
Ver. 14. Me vestí de justicia y me vistió ] No fue la ambición, la popularidad o el interés propio lo que puso a Job en estas y las siguientes buenas prácticas y procedimientos, sino el cuidado que tuvo de descargar su confianza y el amor puro desnudó ante la justicia y el trato recto, Fontem horum officiorum aperit (Merlín). Porque aunque deseaba más ser amado que honrado (como se dice del emperador Trajano), sin embargo, no haría nada de popularidad o parcialidad, retorciéndose o deformando, sino que conservó la gravedad de la ley; que es un corazón sin afecto, un ojo sin lujuria, una mente sin pasión, un tesorero que guarda para cada uno lo que tiene y distribuye a cada uno lo que debe tener, Fιλουμενος μαλλον η πιμωμενος εχαιρε (Dio).
Job se vistió de justicia, y se vistió a él; así lo tiene el hebreo. Por esa semejanza declara que no se le podría sacar de hacer justicia lo menos que podría irse al extranjero sin sus ropas, o permitir que se las quitaran , Declinatione et detorsione iudicii (Merlín).
Mi juicio fue como un manto y una diadema ] La justicia es aquella por la que se libera al inocente, el juicio es aquella por la que se castiga al culpable, dice Brentius. Con éstos estaba Job ataviado y adornado mucho mejor que Alcístenes el sibarita con su manto, vendido por Dionisio a los cartagineses por ciento veinte talentos (Ateneo); o Hanún con su diadema de oro macizo, "cuyo peso era un talento de oro con piedras preciosas", 2 Samuel 12:30 .
Algunos jueces no tienen nada más que elogiarlos que sus túnicas, que a menudo están llenas de rapiña y robo. Tampoco lo eran los de Job; hizo de ellos el mismo uso que el viejo Eleazar hizo de su canuto, no haría nada que pudiera parecer malvado, porque no se mancharía la blanca cabeza; Job nunca más, no sea que manche su púrpura, avergüence su diadema. Sabía que dignitas in indigno est ornamentum in luto, El dominio sin justicia no es más que una deshonra eminente (Salviano).