Y ahora, he aquí, estamos en tu mano: haz lo que te parezca bien y justo que nos hagas.

Ver. 25. Y ahora, he aquí, estamos en tu mano. ] Estos embajadores eran maestros de la palabra, que aquí ordenan muy prudente y políticamente para lograr lo que vinieron a buscar. Un orador, dice Quintilian, es decir, un embajador, debe ser Vir bonus, dicendi peritus, un buen hombre, capaz de expresarse.

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