Y le dijo: Ve, lávate en el estanque de Siloé, (que significa Enviado). Se fue, pues, y se lavó, y vino viendo.

Ver. 7. Se fue y se lavó ] Obedeció a Cristo ciego, no miró a Siloé con ojos sirios, como Naamán lo hizo al Jordán; pero, pasando por alto la improbabilidad de una curación por tales medios, cree y hace lo que se le ordenó, sin cuestionar.

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