Entonces Jefté pasó a los hijos de Ammón para pelear contra ellos; y el SEÑOR los entregó en sus manos.

Ver. 32. Entonces Jefté pasó a los hijos de Ammón. ] No detuvo su llegada, sino que se acercó a ellos para combatirlos, siendo caelo, Christo, Deo armatus, - no Styge armatus, como dice el poeta de Aquiles, - y que, por tanto, era insuperable.

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