Hemos transgredido y nos hemos rebelado; tú no perdonaste.

Ver. 42. Hemos transgredido y nos hemos rebelado. ] Hemos cometido el mal y omitido el bien, y hemos fallado de la manera, y por lo tanto somos justamente castigados. Dejemos que Dios escuche tales palabras salir de nuestra boca, ponerlas a trabajar en nuestro corazón, y entonces podremos tener cualquier cosa.

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