Y todo lo que no tiene aleta ni escamas en los mares y ríos, de todo lo que se mueve en las aguas y de todo ser viviente que está en las aguas, os será abominación.

Ver. 10. De todos los que se mueven en las aguas. ] Y sin embargo nadar también en el aire. Semejante a estos es el creyente temporal: porque el que parece acumularse en gozos espirituales, sin embargo, con todo, nada, sí, se baña en las aguas de los placeres sensuales.

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