Por tanto, guardaréis mi ordenanza, y no cometeréis ninguna de estas abominables costumbres que fueron cometidas antes de vosotros, y no os contaminéis en ellas. Yo soy el SEÑOR vuestro Dios.

Ver. 30. Estas abominables costumbres. ] Heb., Estatutos de abominaciones. Sus malas costumbres se convirtieron en leyes: ese tirano de tres letras, Mos, las había hecho así.

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