No mires a los que tienen espíritus familiares, ni busques hechiceros, para ser contaminados por ellos: Yo soy el SEÑOR tu Dios.

Ver. 31. Yo soy el Señor tu Dios. ] ¿Qué necesitas entonces correr hacia el diablo en busca de dirección? ¿Es porque no hay Dios en Israel? Todo el que consulta a Satanás, lo adora, aunque no se inclina; ni ese espíritu maligno desea otra reverencia que la de ser buscado.

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