Y el sacerdote hará arder la grosura sobre el altar, pero el pecho será de Aarón y de sus hijos.

Ver. 31,32. El pecho será de Aarón y de sus hijos. Y el hombro derecho.] Para notar que los hombres deben entregar sus pechos y hombros, afectos y acciones, incluso todo su ser; primero al Señor, y luego a nosotros los ministros por la voluntad de Dios, como lo hicieron los famosos macedonios en 2 Corintios 8:5 ; para que sean sani in doctrina et sancti in vita, sanos en doctrina y santos en vida.

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