Porque todos serán salados con fuego, y todo sacrificio será salado con sal.

Ver. 49. Porque todos serán salados con fuego ] El espíritu, como la sal, debe secar esos malos humores en nosotros que engendran el gusano que nunca muere; y como fuego, debe desperdiciar nuestras corrupciones, que de otro modo nos llevarán al fuego inextinguible.

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