Y Simón Pedro respondió y dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.

Ver. 16. Respondió Simón Pedro, etc. ] Como la boca de la compañía, y uno que, tal vez, siendo mayor y seguramente más audaz que el resto, habló así por ellos. Pero, ¿qué boca sucia de blasfemia abrieron esos dos papas (los supuestos sucesores de Pedro), León I y Nicolás III, que se jactaban de que Pedro había sido llevado a la comunión de la Trinidad individual? a Tampoco se puede excusar que Jerónimo comente sobre los versículos anteriores ("¿Quién dicen los hombres que soy?" "¿Pero quién decís que soy?") que nuestro Salvador opone deliberadamente a sus discípulos a los hombres eran algo más que hombres.

Es algo así como esa nota de un expositor latino sobre Éxodo 30:31 , donde, porque se dice, Éxodo 30:32 ; "Sobre carne de hombre no se derramará el ungüento santo; ungirás con él a Aarón ya sus hijos", de ahí se infiere que los sacerdotes son ángeles y no tienen carne humana.

Eran glosas humanas, y saborearon tan poco del significado de Dios como ese desagradable discurso de Pedro, Mateo 16:22 ; de este capítulo, por lo que él oye, "Apártate de mí, Satanás; no contemplas", etc.

Tú eres Cristo, el Hijo del Dios viviente ] b Una breve confesión, pero como en pocos contiene todo lo que creemos acerca de la persona y el oficio de Cristo, Brevis et longa planeque aurea est haec confessio. Bien podemos decir de él, como lo hizo San Bartolomé (citado por Dionisio) de la doctrina de la Divinidad, que es Και πολλη και ελαχιστη, pequeño pero grande.

a Petrum en consorcio individuae Trinitatis assumptum iactarunt. Revius.

b ο Υιος του θεου του ζωντος. Singulae dictiones suos habent articulos εμφατικως adiectos. Aret.

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