Del mismo modo también el segundo, y el tercero hasta el séptimo.

Ver. 26. Y del tercero al séptimo ] Feliz fue, si al ver a sus hermanos caer tan rápido, ellos mismos fueron advertidos de contar sus propios días y prever la venida de la muerte. Pero esto no se hace fácilmente; porque naturalmente soñamos con una inmortalidad, Salmo 49:11 ; y es muerte para nosotros pensar en la muerte, aunque vemos morir a tantos diariamente ante nosotros.

A nosotros nos va en su mayor parte como con el engorde de ganado. El carnicero viene hoy y se lleva a uno, mañana y se lleva a otro, etc. El resto que se queda atrás no extraña a sus semejantes ni teme su propio destino. Así que aquí, esto es una estupidez brutal, sacúdalo.

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