Pero y si ese siervo malo dijera en su corazón: Mi señor tarda en venir;

Ver. 48. Pero y si ese siervo malvado ] Todos los lugares están llenos de tales siervos malvados (y también el infierno), como futuro su arrepentimiento, y así engañar a su salvación. De tales montones de polvo podemos encontrar en cada rincón: esta es la profundidad del diablo, rebosante de la sangre de muchas almas, para persuadirlas de que aún les queda mucho por vivir y muchos veranos hermosos por ver; que no hay tanta prisa, pero que en el futuro puede ser suficiente. En el espacio llega la gracia, y unas pocas palabras buenas por fin los llevarán al cielo.

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