Y Jehová dijo a Aarón: Tú y tus hijos, y la casa de tu padre contigo, llevarás la iniquidad del santuario; y tú y tus hijos contigo llevarán la iniquidad de tu sacerdocio.

Ver. 1. Llevará la iniquidad, ] es decir, el castigo de toda iniquidad que se haga en el santuario. El pecado y el castigo vienen bajo un nombre, como si estuvieran atados con cadenas de diamante: donde uno cena, el otro cena; donde uno está en la silla de montar, el otro estará en la grupa. Nemo crimen gerit in pectore qui non idem Nemesin in tergo. El pecado atrae y chupa juicios sobre él con tanta naturalidad, como la piedra de carga el hierro o el fuego de la trementina.

La iniquidad de tu sacerdocio. ] Los sacerdotes, pues, no son ángeles, libres de pecado, como soñaron las exposiciones papistas y extrajeron de Éxodo 30:31,32 . Cayetano confiesa de los prelados papistas, que mientras que por su lugar deberían haber sido la sal de la tierra, habían perdido su sabor y servían para poco más que cuidar los ritos y las rentas de la Iglesia.

a Juan Huss se queja de los sacerdotes de su época, de que Multa quae illi ordinem dicunt, omnium rerum en el cristianismo confusionem pariunt, b Muchas cosas que ellos llaman orden, confunden todo. Non arbitror inter sacerdotes multos esse qui salvi fiant, creo que pocos de nuestros sacerdotes se salvarán, dice Crisóstomo, c de los de su tiempo. Y "de los profetas de Jerusalén ha salido profanación a toda la tierra"; dice Jeremías. Jeremías 23:15

un comentario. en Matt.

b Bellum Hussiticum, pág. 9.

c Hom., 3. en Act.

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