Hay que esparce y aumenta; y [hay] que retiene más de lo que conviene, pero [tiende] a la pobreza.

Ver. 24. Hay que esparce y, sin embargo, aumenta. ] La recompensa es la forma más completa de abundancia; tampoco lo es conseguir, sino dar el mejor ahorro. Los cinco panes del Evangelio, mediante un extraño tipo de aritmética, se multiplicaron por división y aumentaron por resta. Así será en este caso.

Pero tiende a la pobreza. ] San Agustín descartando esas palabras: "Dormieron bien, todos los ricos, y no encontraron nada en sus manos", porque así lee el texto Sal 76: 5, y ¿por qué? dice él. Nihil invenerunt en manibus suis, quia nihil posuerunt en manu Christi. No encontraron nada en sus propias manos, porque temían poner algo en las manos de Cristo. Manus pauperum gazophylacium Christi, dice otro padre: la mano del pobre es el tesoro de Cristo.

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