El que camina en su rectitud teme a Jehová; Mas el de perversos caminos lo desprecia.

Ver. 2. El que anda en rectitud, teme al Señor. ] Él está "en el temor del Señor todo el día"; Prov 23:17 camina "en el temor del Señor y en la consolación del Espíritu Santo". Hechos 9:31 "El temor del Señor está sobre él", de modo que "está atento y lo hace"; 2Cr 19: 7 porque sabe que "les irá bien a los que temen a Dios, a los que temen delante de él". Ec. 8:12 El pacto de Dios con Leví era de vida y paz, por el temor con que temía a Dios, y temía ante su nombre.

"Por tanto," la ley de la verdad estaba en su boca, y no se halló iniquidad en sus labios: caminó con Dios en paz y equidad, y apartó a muchos de la iniquidad ". Mal 2: 5-6 El que verdaderamente teme a Dios, es como Catón, de quien se dice que era homo virluti simillimus, y que nunca hizo bien en que pudiera parecer que lo era, sed quia aliter facere non potuit, sino porque no podía hacer otra cosa.

Pero el de perversos caminos lo desprecia. ] Lo deja a un lado, se aparta de su miedo, se atreve a hacer ante él aquello que detestaría hacer ante una persona grave. Así David "despreció a Dios", cuando profanó a la esposa de su prójimo. 2Sa 12: 9 No sino que aun entonces tenía a Dios como su fin principal; pero erró en el camino, pensando que podría satisfacer su lujuria y conservar a su Dios también (no renunciaría a Dios bajo ningún término), ya que Salomón pensaba retener su sabiduría y, sin embargo, perseguir sus placeres.

De ahí su apostasía parcial y temporal, como la palabra aquí traducida como "perverso" importeth; su deformación y retorcimiento del camino de la justicia - como la Septuaginta a aquí lo interpreta - que era, interpretativo, un "desprecio" de Dios, un dicho: "Él no lo ve". Sal 10:11

un σκολιαζων tortuose incedens.

Continúa después de la publicidad
Continúa después de la publicidad