Comentario completo de John Trapp
Proverbios 20:27
El espíritu del hombre es la luz del SEÑOR que escudriña todo el interior del vientre.
Ver. 27. El espíritu de un hombre es la vela del Señor. ] Algunos lo leen, El aliento de un hombre, es decir, su vida, es la vela del Señor, y lo sienten así: Mira cómo los hombres actúan con sus luces o lámparas, así Dios con nuestras vidas. Algunos los apagamos tan pronto como los encendimos; a otros los dejamos solos hasta que están medio gastados, y a otros de nuevo hasta que la cera y la mecha se consuman. Así que algunos mueren más jóvenes, otros más viejos, como Dios quiere.
Pero la palabra Neshamah que se usa aquí, ya que tiene afinidad con el hebreo Shamajim,El cielo, así ocurre con la palabra latina mens, la mente o alma razonable, que en verdad es esa luz que está en nosotros por excelencia, Mat 6:23 ese "espíritu de un hombre que conoce las cosas de un hombre", 1Co 2:11 esa vela que está en el vientre o en el cuerpo de un hombre, como en un farol, que hace que la más mínima mota sea clara. Esto es cierto por una especialidad de esa facultad divina del alma, la conciencia, que con frecuencia se llama el "espíritu de un hombre", como siendo plantada por Dios en todas y cada una de las partes del alma razonable, donde ella produce ocasionalmente varios operativos, ser maestro de escuela, monitor y predicador doméstico del alma; El espía de Dios y el supervisor del hombre, el comandante principal y el controlador principal de todas sus acciones y deseos.
“ Conscia mens ut cuique sua est, ira concipit intra
Pectora pro facto spemque metumque suo. "
- Ovidio.
Seguramente es un regalo de lo más celestial, dice uno. a Es así de Dios y en el hombre, que es una especie de intermedio entre Dios y el hombre; menos que Dios y, sin embargo, por encima del hombre. Puede ser llamado Dios nuestro, dice otro, b en el sentido de que Moisés era de Faraón; teniendo poder para controlar y vengar nuestras desobediencias con plagas más grandes que las que jamás haya traído Moisés a Egipto. Por tanto, ese no fue un mal consejo del poeta: Imprimis reverere teipsum. c Y
“ Turpe quid ausurus, re, teste de seno, de tiempo. "
un bifeild en 1 mascota. ii.
b Huet. de Contras.
c Auson.