El que guarda la ley es hijo sabio, pero el que es compañero de alborotadores avergüenza a su padre.

Ver. 7. El que guarda la ley es hijo sabio. ] No es la buena naturaleza, ni la buena crianza o la crianza, lo que puede probar que un hombre es verdaderamente sabio, sino la obediencia a los estatutos de Dios. Deu 4: 6 Aifonsus, rey de España, de apellido el Sabio, era un necio y un ateo obstinado; también lo son todos los magos del mundo.

Pero el que es compañero de alborotadores. ] O, Que alimenta a los glotones, cuyo vientre no tiene fondo.

«Ingluvies et tempestas, barathrumque macelli».

Dicen que la langosta es todo vientre, que se une a su boca y termina en su cola: tales son los dioses desenfrenados del vientre. Alimentar a los tales es desechar todo y traer una infamia indeleble sobre la familia.

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