No me aparté de tus juicios, porque tú me enseñaste.

Ver. 102. No me he apartado de tus juicios ] es decir, de tu ley, que se llama juicios, porque por eso Dios juzgará al mundo.

Porque tú me enseñaste ] sc. Unirme a ellos con pleno propósito de corazón; y no dejarse apartar por ninguna tentación o miedo.

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