¿Adónde me iré de tu espíritu? ¿O adónde huiré de tu presencia?

Ver. 7. ¿Adónde me iré de tu espíritu? ] Aquí él argumenta la omnisciencia de Dios desde su omnipresencia; y esto los paganos también habían oído hablar, como aparece por su Iovis omnia plena; y - quascunque accesseris oras,

Sub Iove semper eris, & c.

Empédocles podría decir que Dios es un círculo, cuyo centro está en todas partes, cuya circunferencia no está en ninguna parte. Podrían decirnos que Dios es el alma del mundo; y que como el alma es tota in tota, et tota in qualibet parte, así es él; que su ojo está en cada rincón, etc. con qué propósito retrataron así a su diosa Minerva, de modo que cualquiera que mirara, ella siempre lo contemplaba. Pero estas nociones divinas podrían tenerlas por tradición de los patriarcas; y es muy dudoso que se creyeran en estos y otros dichos similares.

¿O adónde huiré de tu presencia? ] Seguramente no a dónde; los que lo intentan lo hacen como el pez que nada hasta la longitud del sedal con un anzuelo en la boca.

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