Porque he guardado los caminos del SEÑOR, y no me he apartado impíamente de mi Dios.

Ver. 21. Porque he guardado los caminos del Señor ] En general, y en su mayor parte, aunque no sin algunos tropiezos y sobresaltos particulares aparte, en contra de mi resolución general y la tendencia de mi corazón.

Y no me aparté impíamente de mi Dios ] Por una deserción total; No he sido transformado a la imagen del pecado, proyectando el pecado, cayendo en él con pleno consentimiento y mintiendo bajo su poder. Non ex superbia sed errore, dice aquí E. David; no he ofendido por presunción, ni con mano alta, sino por enfermedad y con desgana; levantándome de nuevo por el arrepentimiento y renovando mi pacto.

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