Por tanto, consumió sus días en vanidad y sus años en angustia.

Ver. 33. Por tanto, consumió sus días en vanidad ] De modo que nunca vieron la tierra prometida, por la cual salieron de Egipto; pero sus cadáveres cayeron en el desierto. ¿Quién sabe, dice un reverendo, si Dios no se propone desgastar a esta generación presente que ha sido contaminada con la superstición del mundo, para que no veamos el bien que traerá sobre esta Iglesia?

Y sus años en angustia ] O, en terror, porque estaban en continuo temor de la ira de Dios, de sus enemigos alrededor, de fieras, serpientes ardientes, etc.

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