No te acuerdes de nuestras iniquidades pasadas; que tus tiernas misericordias nos eviten pronto, porque estamos muy abatidos.

Ver. 8. No te acuerdes de las iniquidades pasadas contra nosotros ] O de las iniquidades de los que fueron antes que nosotros, de las cuales también nosotros somos justamente culpables; el pecado del becerro de oro, dice aquí el árabe, una onza del cual está en todos nuestros sufrimientos hasta el día de hoy, dicen los judíos. Alejandro mató a los Branchidae y destruyó por completo su ciudad, porque sus antepasados ​​se habían esforzado mucho antes de traicionar a Grecia en manos de Jerjes, ως προδοτας ανειλεν (Diodor. Curt. Lib. 7).

Prepáranos rápidamente ] No sea que lleguen demasiado tarde; porque por fin estamos jadeando.

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