Humíllense ante los ojos del Señor, y él los exaltará.

Ver. 10. Humíllense ] Él golpea a menudo este deber de humillación tan necesario pero muy descuidado, y todo es bastante poco; no habiendo nada que vaya más contra el corazón y el cabello con nosotros, que ir hacia abajo; y, sin embargo, debe hacerse, o estaremos perdidos.

Y él te levantará ] El León de Judá no desgarra la presa postrada. Pero así como Guillermo el Conquistador siempre consideró satisfactoria la sumisión para las mayores ofensas, y a menudo recibió a los rebeldes en gracia (Crónicas de Daniel), Cristo lo hace mucho más. El sol de la mañana recoge las nubes, pero pronto las vuelve a esparcir; así derriba a los hombres el sol de justicia para levantarlos de nuevo.

" Deiecit ut relevet, premit ut solatia praestet,

Enecat ut possit vivificare Deus. "

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