13-18 Un cristiano siempre está en peligro, por lo que debe estar siempre alerta. Debe estar fijo en la fe del evangelio, y nunca abandonarla. Sólo por esta fe podrá mantenerse firme en la hora de la tentación. Los cristianos deben tener cuidado de que la caridad no sólo reine en sus corazones, sino que brille en sus vidas. Hay una gran diferencia entre la firmeza cristiana y el calor y el transporte febriles. El apóstol dio indicaciones particulares en cuanto a algunos que servían a la causa de Cristo entre ellos. Los que sirven a los santos, los que desean el honor de las iglesias, y quitarles los reproches, deben ser considerados mucho y amados. Deben reconocer de buen grado el valor de los mismos, y de todos los que trabajaron con el apóstol o lo ayudaron.

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