11-14 Dios tomó posesión del templo; lo llenó con una nube. Así señaló su aceptación de este templo, para que fuera para él lo mismo que el tabernáculo de Moisés, y aseguró a su pueblo que él estaría presente en él de la misma manera. Si queremos que Dios more en nuestros corazones, debemos dejar espacio para él; todo lo demás debe ceder. La Palabra se hizo carne; y cuando viene a su templo, como fuego purificador, ¿quién puede soportar el día de su venida? Que nos prepare para ese día.

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