* Eliseo multiplica el aceite de la viuda. (1-7) La sunamita obtiene
un hijo. (8-17) El hijo de la sunamita volvió a la vida. (18-37) el
milagro de sanar el potaje y de alimentar a los hijos de los profetas.
(38-44)... [ Seguir leyendo ]
1-7 Los milagros de Eliseo fueron actos de verdadera caridad: los de
Cristo fueron así; no solo grandes maravillas, sino grandes favores
para aquellos para quienes fueron forjados. Dios magnifica su bondad
con su poder. Eliseo recibió fácilmente la queja de una viuda pobre.
Aquellos que dejan a sus... [ Seguir leyendo ]
8-17 El rey de Israel pensó bien en Eliseo por sus últimos
servicios; un buen hombre puede disfrutar tanto sirviendo a los demás
como criarse a sí mismo. Pero la sunamita no necesitaba buenos
oficios de este tipo. Es una felicidad vivir entre nuestra propia
gente, que nos ama y nos respeta, y a quie... [ Seguir leyendo ]
18-37 Aquí está la muerte súbita del niño. Toda la ternura de la
madre no puede mantener vivo a un hijo de promesa, un hijo de
oración, uno dado en amor. ¡Pero cuán admirable es la madre
prudente y piadosa que guarda sus labios bajo esta repentina
aflicción! Ni una palabra malhumorada se le escapa.... [ Seguir leyendo ]
38-44 Hubo una hambruna de pan, pero no de escuchar la palabra de
Dios, porque Eliseo tenía a los hijos de los profetas sentados
delante de él, para escuchar su sabiduría. Eliseo hizo que la comida
dañina se volviera segura y saludable. Si un desastre de comida fue
toda nuestra cena, recuerde que es... [ Seguir leyendo ]