25-28 Si vivimos en el temor de Dios y caminamos de acuerdo con esa regla, la paz estará sobre nosotros. El reino, el poder y la gloria, para siempre, son del Señor; pero muchos se emplean para dar a conocer sus maravillosas obras a otros, quienes siguen siendo extraños a su gracia salvadora. Que seamos hacedores, así como creyentes de su palabra, al menos al final se nos descubrirá que nos hemos engañado a nosotros mismos.

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