1-12 Cuando llegue el momento de Dios para cumplir sus propósitos de gracia con respecto a su iglesia, él levantará instrumentos para hacerlo, de quienes no se esperaba tan buen servicio. Si bien nuestros pensamientos están dirigidos a este evento, Zacarías nos guía a fijar nuestra consideración en un edificio espiritual más noble. El Señor Jesucristo continúa colocando una piedra sobre otra: ayudemos al gran diseño. Las dificultades retrasan el progreso de este edificio sagrado. Sin embargo, no nos desanime la oposición, porque a su debido tiempo se completará con sus abundantes elogios. Él sacará su lápida con gritos, gritos, gracia, gracia a ella.

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