15-27 Aunque el duelo por los muertos es un deber, sin embargo, debe ser mantenido por la religión y la razón correcta: no debemos lamentarnos como hombres que no tienen esperanza. Los creyentes no deben copiar el lenguaje y las expresiones de aquellos que no conocen a Dios. La gente preguntó el significado de la señal. Dios les quita todo lo que les era más querido. Y como Ezequiel no lloró por su aflicción, tampoco deberían llorar por la suya. Bendito sea Dios, no necesitamos aniquilarnos bajo nuestras aflicciones; porque todas las comodidades fallan, y todas las penas se unen, sin embargo, el corazón roto y la oración del doliente son siempre aceptables ante Dios.

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