Los filipenses sentían un profundo interés por el apóstol. El objetivo de la epístola es confirmarles en la fe, animarles a caminar como corresponde al evangelio de Cristo, advertirles contra los maestros judaizantes y expresarles gratitud por su generosidad cristiana. Esta epístola es la única, entre las escritas por San Pablo, en la que no hay censuras implícitas o expresadas. El elogio y la confianza están en todas las partes, y los filipenses son dirigidos con un afecto peculiar, que todo lector serio percibirá.
(1) El apóstol ofrece acciones de gracias y oraciones por la buena obra de gracia en los filipenses. (1-7) Expresa su afecto y ora por ellos. (8-11) Los fortalece para que no se dejen abatir por sus sufrimientos. (12-20) Se preparó para glorificar a Cristo con la vida, o con la muerte. (21-26) Exhortaciones al celo y a la constancia en la profesión del Evangelio. (27-30)