1-6 Los tumultos o la oposición pueden obligar a un cristiano a apartarse de su puesto o a alterar su propósito, pero su trabajo y su placer serán los mismos, dondequiera que vaya. Pablo pensó que valía la pena gastar cinco días para ir a Troas, aunque sólo era para siete días de estancia allí; pero él sabía, y nosotros también deberíamos saberlo, cómo redimir incluso el tiempo de viaje, y hacer que se convierta en algo bueno.

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