1-16 El profeta muestra la gloria del Dios de Israel y expone la locura de los idólatras. Los encantos y otros intentos de obtener ayuda sobrenatural, o de entrometerse en el futuro, se copian de las costumbres perversas de los paganos. Asombremos, y no nos atrevamos a provocar a Dios, dando esa gloria a otro que se le debe solo a él. Él está listo para perdonar y salvar a todos los que se arrepienten y creen en el nombre de su Hijo Jesucristo. La fe aprende estas verdades benditas de la palabra de Dios; pero todo conocimiento que no provenga de esa fuente conduce a doctrinas de vanidad.

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