11-17 Los pecadores lo llaman libertad para vivir en libertad; mientras que para un hombre ser esclavo de sus deseos, es la peor esclavitud. Abandonaron a Dios por los ídolos. Cuando los hombres están resecos por el calor y se encuentran con corrientes refrescantes y refrescantes, los usan. En estas cosas, los hombres no dejarán una certeza por una incertidumbre; pero Israel dejó los caminos antiguos designados por la ley divina. No caminaron en la carretera, en la que podrían viajar con seguridad, sino de una manera en que debían tropezar: tal era el camino de la idolatría, y tal es el camino de la iniquidad. Esto hizo su tierra desolada, y ellos mismos miserables. Pueden producirse calamidades, si Dios nos sonríe cuando está debajo de ellas; pero si está disgustado y rechaza su ayuda, nos deshacemos. Las multitudes olvidan al Señor y a su Cristo, y deambulan por los senderos antiguos, para caminar en sus propias ideas. ¡Pero qué harán en el día del juicio!

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