* La restauración de los judíos a su propia tierra. (1-8) La maldad
de los sacerdotes y profetas de Judá. El pueblo exhortó a no
escuchar falsas promesas. (9-22) Los pretendientes a la inspiración
amenazaron. (23-32) También los burladores de la verdadera profecía.
(33-40)... [ Seguir leyendo ]
1-8 ¡Ay de aquellos que están destinados a alimentar al pueblo de
Dios, pero no se preocupen por hacerles bien! Aquí hay una palabra de
consuelo para las ovejas abandonadas. Aunque solo queda un remanente
del rebaño de Dios, él los descubrirá y serán llevados a sus
antiguas habitaciones. Se habla de... [ Seguir leyendo ]
9-22 Los falsos profetas de Samaria habían engañado a los israelitas
en idolatrías; sin embargo, el Señor consideraba a los falsos
profetas de Jerusalén como culpables de una maldad más horrible, por
la cual el pueblo se hizo valiente en el pecado. Estos falsos maestros
se verían obligados a sufrir... [ Seguir leyendo ]
23-32 Los hombres no pueden ocultarse del ojo que todo lo ve de Dios.
¿Nunca verán qué juicios se preparan para sí mismos? Permítales
considerar la gran diferencia que hay entre estas profecías y las
entregadas por los verdaderos profetas del Señor. Que no llamen a sus
tontos sueños oráculos divinos... [ Seguir leyendo ]
33-40 Esos son realmente miserables, abandonados y olvidados de Dios;
y las bromas de los hombres sobre los juicios de Dios no los
desconcertarán. Dios había tomado a Israel como un pueblo cercano a
él, pero ahora serán expulsados de su presencia. Es una marca
de gran y audaz impiedad que los homb... [ Seguir leyendo ]