19-22 Jeremías les asegura que los vasos de bronce deben ir tras los de oro. Todo será llevado a Babilonia. Pero concluye con una amable promesa, que llegaría el momento en que deberían ser devueltos. Aunque el regreso de la prosperidad de la iglesia no llega en nuestro tiempo, no debemos desesperarnos, porque vendrá en el tiempo de Dios.

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