11-21 Hay momentos en que la sabiduría de los buenos hombres es retirarse, entrar en sus aposentos y cerrar las puertas, Isaías 26:20. Jeremías fue capturado como desertor y comprometido en prisión. Pero no es algo nuevo que los mejores amigos de la iglesia sean desmentidos, como en interés de sus peores enemigos. Cuando así se nos acusa falsamente, podemos negar el cargo y comprometer nuestra causa a Aquel que juzga con rectitud. Jeremías obtuvo la misericordia del Señor para ser fiel y, para obtener la misericordia del hombre, no le sería infiel a Dios ni a su príncipe; le dice al rey toda la verdad. Cuando Jeremías entregó el mensaje de Dios, habló con denuedo; pero cuando hizo su propio pedido, habló sumisamente. Un león en la causa de Dios debe ser un cordero en sí mismo. Y Dios le dio a Jeremías el favor a los ojos del rey. El Señor Dios puede hacer que incluso las celdas de una prisión se conviertan en pastos para su pueblo, y levantará amigos para mantenerlos, de modo que en los días de hambre sean satisfechos.

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