17-26 Job había descrito la prosperidad de las personas malvadas; en estos versículos se opone a lo que sus amigos habían mantenido sobre su cierta ruina en esta vida. Él reconcilia esto con la santidad y la justicia de Dios. Aun cuando prosperan así, son ligeros y sin valor, sin tener en cuenta a Dios ni a los sabios. En el apogeo de su pompa y poder, solo hay un paso entre ellos y la ruina. Job se refiere a la diferencia que hace la Providencia entre un hombre malvado y otro, en la sabiduría de Dios. Él es juez de toda la tierra, y hará lo correcto. Tan desproporcionada es la desproporción entre el tiempo y la eternidad, que si el infierno es la suerte de cada pecador al final, no importa si uno va a cantar allí y otro suspira. Si un hombre malvado muere en un palacio y otro en una mazmorra, el gusano que no muere y el fuego que no se apaga serán lo mismo para ellos. Por lo tanto, no vale la pena dejar perplejos las diferencias en este mundo.

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