Juan 7 - Introducción
Cristo va a la fiesta de los tabernáculos. (1-13) Su discurso en la fiesta. (14-39) La gente discute sobre Cristo. (40-53)... [ Seguir leyendo ]
Cristo va a la fiesta de los tabernáculos. (1-13) Su discurso en la fiesta. (14-39) La gente discute sobre Cristo. (40-53)... [ Seguir leyendo ]
1-13Los hermanos o parientes de Jesús se disgustaron cuando vieron que no había ninguna perspectiva de ventajas mundanas por parte de él. Los hombres impíos a veces se comprometen a aconsejar a los que están empleados en la obra de Dios; pero sólo aconsejan lo que parece que puede promover las venta... [ Seguir leyendo ]
14-24 Todo ministro fiel puede adoptar humildemente las palabras de Cristo. Su doctrina no es su propio hallazgo, sino que proviene de la palabra de Dios, mediante la enseñanza de su Espíritu. Y en medio de las disputas que perturban al mundo, si algún hombre, de cualquier nación, busca hacer la vol... [ Seguir leyendo ]
25-30 Cristo proclamó en voz alta que estaban equivocados en sus ideas sobre su origen. Él fue enviado por Dios, que se mostró fiel a sus promesas. Esta declaración de que no conocían a Dios, con su pretensión de conocimiento peculiar, provocó a los oyentes; y trataron de apoderarse de él, pero Dios... [ Seguir leyendo ]
31-36 Los discursos de Jesús convencieron a muchos de que él era el Mesías; pero no tuvieron el valor de reconocerlo. Es un consuelo para los que están en el mundo, pero no son de él, y por lo tanto son odiados por él y están cansados de él, que no estarán en él siempre, que no estarán en él mucho t... [ Seguir leyendo ]
37-39 El último día de la fiesta de los tabernáculos, los judíos sacaban agua y la derramaban ante el Señor. Se supone que Cristo aludió a esto. Si alguien desea ser verdaderamente y para siempre feliz, que se dirija a Cristo y sea gobernado por él. Esta sed significa fuertes deseos de bendiciones e... [ Seguir leyendo ]
40-53 La malicia de los enemigos de Cristo es siempre contraria a la razón, y a veces no se puede explicar su permanencia. Nunca ningún hombre habló con la sabiduría, el poder y la gracia, la claridad convincente y la dulzura con que habló Cristo. Ay, que muchos, que por un tiempo son refrenados, y... [ Seguir leyendo ]